En
el vídeo, se nos cuenta la historia de Chimamanda, quién se crió en el
continente africano y leía libros ingleses (que estaban escritos desde el punto
de vista de un inglés), y dónde aparecían niños blancos de ojos azules y había
nieve (todo lo contrario a lo que ocurría en el país de Chimamanda). De esta
forma, desde pequeñita pensó que las cosas eran como le contaban los libros, y
no veía otra realidad más allá de ello, lo cual la influyó a la hora de
escribir sus relatos. Otro ejemplo que nos cuenta es el de Fide, un sirviente
de quién su madre decía, provenía de una pobre familia, lo cual provocaba que
Chimamanda sintiera compasión, pero una vez más, hasta que ella no vio a la
familia de Fide, no se dio cuenta de la verdadera realidad.
Más tarde, cuando Chimamanda viajó a Estados Unidos para estudiar, su compañera de piso se sorprendió al ver que Chimamanda escuchaba a "Mariah Carey" en vez de escuchar música tribal, y sabía utilizar una estufa (aquí se vuelve a poner de manifiesto el no conocer la verdadera realidad y fiarnos de lo que nos dicen, y el papel que juegan los estereotipos/prejuicios en nuestras vidas).
Se
comenta que todo esto depende del poder, del medio encargado de contar esa
historia, ya que es él el encargado de decidir por dónde empezar la historia y
qué contar, saltándose los detalles que vea convenientes. De esta forma, y
mediante la repetición continua de la historia, se acaba logrando que aquellos
que no investiguen sobre su veracidad, se la crean. Las historias tienen poder,
pueden robarle la dignidad a una nación o pueden devolvérsela, pero siempre
será importante escuchar todas las historias para conocer la verdad.
A
título personal, no podría estar más de acuerdo con la protagonista del vídeo.
En cuantas ocasiones nos hemos dejado llevar por los estereotipos, los rumores,
y nos hemos dado cuenta más adelante, de que todo no era lo que parecía. Que
muchas veces, la gente cuenta la historia que le interesa, no la que realmente
ocurrió. En cuantas historias se condena y se demoniza a personas, sin llegar a
saber si realmente todo ocurrió así, y cuáles fueron los motivos que
desembocaron en "x" situación. El arte de contar una historia, o en
otras formas, el arte de la manipulación, de llevar a la gente a tu terreno
sabiendo qué debes decirles para que estén de tu lado. Y la solución a esto es
simple, no creernos todo lo que se nos cuenta sin haberlo visto nosotros antes,
o haber contrastado otras fuentes porque, como dijo aquel refrán: "A veces
se cree ver al diablo donde no está."