Robert Swartz, durante una entrevista en el colegio Lope de Vega de Benidorm |
En
este artículo Robert Swartz nos da su visión sobre una nueva educación que
busca el pensamiento crítico y creativo. Por una parte, el pensamiento creativo
es aquel que te permite crear ideas originales y atrevidas, y por otra, el
pensamiento crítico pone en tela de juicio estas ideas y escoge aquellas
mayormente pragmáticas. Se comenta que hay varias posiciones respecto a este
tema, y también que todos los profesores son totalmente capaces de llevar este
proyecto a buen puerto. Además, comenta que en las escuelas privadas suele
haber una mayor estabilidad a la hora de mantener un proyecto, debido a que no
depende tanto del Estado en cuanto a temas económicos y administrativos en
algunos casos, y que el sistema educativo no es mejor o peor que el de otros países,
simplemente cada país tiene su peculiaridad.
A
título personal, opino que trabajar el pensamiento crítico y creativo en los
alumnos resultaría muy beneficioso para ellos por varias razones. Para empezar,
como bien comenta el autor, con el sistema actual los niños aprenden los
contenidos, van al examen, lo sueltan y se olvidan. Sin embargo, con este
método se consigue que los alumnos reflexionen sobre esos conocimientos que han
adquirido, que se vean inmersos en ellos y que se vean partícipes. De esta
forma, no solo conseguiremos que reflexionen sobre los conceptos, sino también
que los adquieran. Lo siguiente es reflexionar nosotros mismos sobre qué tipo
de educación es la adecuada. ¿Lo es aquella dónde el profesor era el centro de
la educación?, ¿o lo es aquella donde el alumno es el centro? Todo debe girar
en torno al alumno, las clases deben prepararse según el nivel que este tenga,
si le está costando asimilar los conceptos, si necesita quizás un enfoque
distinto para poder afrontar la asignatura. El maestro debe preguntarse este
tipo de cuestiones y más, porque para poder hacer las preguntas adecuadas a sus
alumnos para guiarles, primero él mismo debe ser crítico y ser capaz de
plantearlas.
Diversos
autores opinan distinto sobre este tema. Los hay que lo ven innecesario porque
"sus alumnos sacan buenas notas", los hay quienes opinan que una
clase no necesita ningún tipo de libro porque se ha quedado anticuado para este
nuevo enfoque, y los hay también quienes buscan adaptar los materiales actuales
a esta nueva forma de enseñar. El maestro está obligado a plantearse hasta el
más mínimo detalle, tanto de la materia que va a enseñar, como de cualquier
dificultad que tengan sus alumnos o de cualquier material disponible. Y es que
para poder transformar la educación primero hay que comprenderla.
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